miércoles, 2 de mayo de 2012

Capítulo IX

Me incorporé en la cama pensando en todo lo que me había estado pasando últimamente, en Jack, en John, en lo irritante que era y a la vez en lo gratificante que resultaba a ratos, y seguí así, cavilando hasta que mis pensamientos llegaron a un punto muerto y de pronto me entró un ataque de nervios, salté de la cama y empecé a vaciar el armario, pensando que me pondría esa noche. Al final me decidí por unos vaqueros y una camiseta de encaje roja que me regaló mi hermano para ir a un concierto suyo. Estas fueron sus palabras textuales cuando me vio con esa cara de poker al abrir el regalo: “Hermanita, no quiero que parezcas una freak.” Y los dos estallamos en una sonora carcajada... Ya estaba acostumbrada a aquel tipo de bromas. Me la había puesto un par de veces y para ser sincera me quedaba bastante bien.
Cuando salí de la ducha me sorprendió el sonido del móvil. Era Clare. Mierda, ¿Y ahora qué le digo? ¿Que va a venir el chico más popular del instituto, guapisimo pero un tanto estúpido también, a buscarme? Mierda, mierda y una vez más: ¡Mierda! Va creer que he perdido la pizca de orgullo que me quedaba.
Suspiré y contesté un poco nerviosa.
- Hola Scar, ¿Preparada para la fiesta?
- Sí, si iré, ya estoy más o menos preparada. - Dije en un tono neutro.
- Bale, solo quería asegurarme de que vendrías.
- Sí, sí, tranquila... - Silencio. - Lo siento Clare, tengo que colgar, que tengo que cenar, si no no llegaré a tiempo.
- Bien Scar, ¡Arreglate, eh!
- Que sí... ¡Adiós!
- Un beso Scar.
Uff... Me he librado de tener que dar explicaciones... Aunque no se si no será peor que me vean luego llegar con él... Bueno lo que tenga que ser será. Me sentía como si estuviera cometiendo un terrible crimen, y aunque sabía que no estaba haciendo nada que estuviera mal, por primera vez en mucho tiempo me importaba más de la cuenta lo que los otros podían llegar a pensar. Intenté tranquilizarme respirando por la boca, y masajeandome las sienes. Cuando sentí que recobraba la serenidad y que el nudo en mi estomago aflojaba un poco baje a cenar. No tenia demasiado apetito pero me comí lo que mi madrastra me había dejado encima de la mesa casi mecanicamente, sin prestar demasiada atención a lo que hacía, y a penas saboreando la ensalada que me estaba llevando a la boca con mas calma de lo normal. Me sentía como si al hacer las cosas más despacio el tiempo fuera a pasar más lentamente, alejandome de la hora que habíamos acordado, y que parte de mi no quería que llegara mientras otra parte de mi rezaba por que el reloj se diera prisa.
Después de cenar me lavé los dientes y me apliqué una fina raya negra en los ojos, como siempre, y rompiendo la rutina, un poco de pintalabios rojo, que por cierto me favorecía bastante. Salí del baño y me planté delante de el espejo de cuerpo entero que tenía en mi cuarto. No tenía mala pinta. Mi pelo no tenía arreglo, pero aquella noche no se veía del todo mal, se podría decir que incluso brillaba un poco mas de lo normal. Me inspeccioné la cara, no podía poner pegas, y la ropa estaba también bien, así que decidí relajarme. Puse en el reproductor el último CD de Simple Plan y me tumbé en la cama esperando a que el tiempo pasara.
“Ding dong.” Mierda, no se podía olvidar de mi, ¿Eh?
- Scar, ¡Ha venido un chico muy guapo a buscarte! -Oí la voz de mi madrastra desde el piso de abajo. Si, tu dale animos, que el pobre anda bajo de ego...
- ¡Ya voy! - Contesté.
- Cogí una fina chaqueta negra, que fue la primera que pillé y me puse las bailarinas negras que me regaló mi madrastra.
Mientras bajaba las escaleras vi que John me miraba de arriba abajo con la boca ligeramente abierta y los ojos desmesuradamente abiertos. En contra de mis principios, eso me halagó. Salí de casa despidiendome de mi madrastra y de mi padre. Al final pensé dar tregua a la guerra que había entre John y yo, entre otras cosas por que la única que tiraba misiles era yo, y el pobre parecía estar esforzandose bastante. No le des esperanzas, pero sobre todo no te des esperanzas a ti misma. Has tenido suficiente.
- Para la próxima vez que me veas tan sexy, cierra un poquito la boca, no vaya a ser que se te caiga la baba. - Le dije mientras me sentaba en el asiento de copiloto de su precioso coche, con una sonrisa enorme en mi cara. La sorpresa le dejo aturdido por un instante, esa debía de ser la primera vez que le sonreía sin sarcasmo alguno en mi voz.
- Pues la verdad es que estás muy guapa, ¿Eh? Y no se que te habrán dado de cenar pero te noto más agradable que de normal. - Me dijo mirándome con ternura.
- Para empezar, no estropees mi buen humor. Y mira adelante, anda,  no vaya a ser que te comas una farola, y no quiero morir, menos aquí y contigo. - Dije recuperando mi seriedad habitual.
- Bale... - Dijo estallando en una carcajada. - Esta sí que eres tú.
- No me conoces... - Le contesté. Lo hice con mas brusquedad de la que pretendía, y vi en su rostro que el también notó el cambio de tono en mi voz, quise parar demasiado tarde, así que sonreí como para hacerle creer que mi buen humor seguía ahí, que estaba de broma, pero no debió colar.
- Pero me gustaría... Aunque veo que no me vas a dejar. - Me contestó, sin poner esa cara de idiota que me ponía normalmente, ni con tono burlón. La seriedad de su tono me asustó, nunca se había dirigido a mi sin su habitual tono jocoso y su sonrisa de imbécil plantada en la cara.
- Ves bien, ves perfectamente... De hecho, no entiendo porqué te interesas en mi. - Le contesté, con un tono de malicia, aún sonriendo. Ahora era yo la que se lo estaba pasando bien.
- Eres valiente. Y segura de ti misma, y la manera en la que me tratas... como si no te importara una mierda nada de lo que yo pueda hacer o decir, y aun así, siempre me hablas cuando te hablo, es como si una parte de ti luchara por echarme y otra me rogara que volviera. Eres contradictoria, pero en ti tiene sentido.- Su respuesta me pilló por sorpresa, no me esperaba tal franqueza. Me removí en mi asiento y mire por la ventana, evitando su mirada para que no viese que no iba del todo desencarrilado, además estaba notando como mis mejillas se empezaban a poner coloradas. Cuando vio que no contestaba continuó.- Se te nota en los ojos que has sufrido por algo, no entiendo porqué te encierras en tu mundo y no dejas entrar a nadie. Pero quiero que sepas que si me dejas entrar, no te arrepentirás.
- Ya basta, no sabes nada de mi, además te repito una vez más, que no estés siempre tan seguro de ti mismo - Dije un poco cabreada. Pero no quería que se saliera con la suya, que sintiera que tuviera razón y que se pusiera dulce para que cayera en la trampa, así que adopté un tono neutro y proseguí. - He hecho amigas, por ejemplo. Clare, Holly... Ya sabes, ese grupo, así que no tienes razón en eso de que me encierro en mi mundo.
- Ya sabes muy bien a lo que refiero, Scarlett. Menos conmigo, no has hablado con ningún otro chico. Y si no fuera porque te he obligado - dijo esta ultima palabra con una sonrisa mientras se giraba hacia mi. - Ni siquiera estarías ahora mismo aquí, parece que quieres escapar, mira como te pegas a la puerta. Relajate. No te voy a hacer nada. - Cuando dijo esto me di cuenta de que tenia razon, y de que tenia el cuerpo pegado a la puerta, intente relajarme. - Así que, puedo deducir que algún chico con el que has estado no te ha tratado demasiado bien.
- Lo que tu digas Ken... Digo, John...
- Ken... - me contestó con una sonrisa sincera pero un poco cohibido. - Tranquila, estoy acostumbrado. Pero que sepas que tú tampoco sabes nada de mi... Aunque lo acabarás sabiendo, al fin y al cabo vas a empezar a trabajar en mi casa, y tendremos mucho tiempo para conocernos. - Me dijo con un tono serio, impropio en él. Me reí, meneando la cabeza de lado a lado. El resto del trayecto lo hicimos en silencio.
Cuando llegamos se adelanto mientras cogía el bolso y me abrió la puerta como un caballero.
-Vaya, gracias.- Me respondió con esa sonrisa despampanante suya que corta el aliento. Dios mio, para ya de ser tan adorable. Salí torpemente y camine delante suyo hacia la puerta. La casa de Brithany era cuanto menos impresionante. No me sorprendía para nada, se veía que le sobraba el dinero, pero hacían una ostentación obvia y casi exagerada de lujo. Arrogante. Pero bonito. El césped impecablemente cortado, con arbustos que cerraban el jardín delantero y pequeños rosales que franqueaban el caminito que llevaba asta la entrada, una puerta impresionante e innecesariamente enorme que no llamaba la atención, siquiera la mitad que lo que la fachada, reluciente como si la hubieran pintado hace un par de horas, de un color que no sabría describir pero que se quedaba entre blanco y crema.
-Vaya.
-Lo se...- Dijo con una sonrisa. ¿No dejas de sonreír en todo el día? ¿O qué?
Tocó el timbre por mí y esperamos a que abrieran. Cuando Brithany lo hizo, mirando para atrás y riendose, se dio la vuelta y su carcajada quedo congelada en el aire. Se le quedó una cara de boba impresionante, y aunque iba impecablemente maquillada y con el vestido corto mas bonito que jamás he visto, el verme ahí con él le chafó toda la fiesta. Lo supe por su cara.
Me empecé a sentir un poco mal por ella. ¡Sí hombre...! Vete a saber a cuantas personas a jodido esta mala pécora... Me decía una voz en mi, pero por otro lado yo sabia lo que se sentía al ver al chico que amas con otra, así que decidí no ser demasiado mala con ella, y le dirigí una sonrisa que no pretendí sino mostrar amabilidad.
- ¿Que hay...? -Soltó con un hilo de voz apenas audible, y nos dejó pasar.
A una de las primeras personas que vi al entrar fue a Jack y de golpe me vinieron unas ganas enormes de ir a saludarle y a darle dos besos...  Sí, dos besos. Me disculpé un momento de John, y mientras éste saludaba a un par de amigos que se encontraban junto a una barra improvisada en la que servían bebidas, me dirigí en paso firme hacia un Jack algo despistado. Le toqué ligeramente en la espalda.
- Hola. - Le dije con una sonrisa de oreja a oreja. Era la que me salía con él, porque más que nada lo veía como a un amigo, lo veía irresistible, pero nada más, me gustaba un poco, pero tenía que reconocer por una vez por todas que no más que John.
Cuando se giró me dedicó una sonrisa, en cuanto vio que era yo la que le había saludado.
- Hola, Scar. ¿Cómo estás? - Me contestó dandome dos besos.
- Bien, ¿y tú?
- Bien, bien. ¿Estás acompañada? - me preguntó fingiendo estar poco interesado, pero a la vez que miraba por encima de mi hombro, como intentando ver si había alguien mirandome, en mi opinión, sabía cual iba a ser mi respuesta.
- Mmmm... Sí, he venido con John.
- Ah, bueno, bien... ¿No? - me dijo, no tan sonriente como antes. Su voz se quebro un poco al final y su sonrisa parecia un poco fingida, Me sentia terrible por el, aun que sabia perfectamente que no habia echo nada malo, no estaba saliendo con el, ni con John tampoco, estaba en una fiesta e intentaba pasarmelo bien, no habia nada con nadie, asi que le diriji una sonrisa amable y le dije:
- Sí, bueno Jack, luego nos vemos. Si necesitas algo, ya sabes, estaré por aquí. - Intente utilizar un tono no demasiado hostil, pero tampoco demasiado alentador, no quería que se hiciera ideas raras, no quería que pensara que había más de lo que en realidad había. Él me caía bien, y yo le caía bien, eso era todo. Deseaba poder decirselo, pero creí que eso solo haría las cosas mucho mas incomodas de lo que ya eran. Así que me gire y me volví a dirigir hacia John, sin saber bien el porqué.
Parecía ser que todo el mundo se quedaba congelado cuando nos vio. Me puse roja como un tomate. Ni que fuera la reina de Inglaterra... Algunos lo hacían con satisfacción, otros con perplejidad, y otros (mas bien otras) simplemente con envidia o orgullo herido. Caminé hacia dentro con la mirada fija en el suelo, no sabía adonde iba, solo intentaba apartarme del punto de mira de todos, nunca en mi vida me había sentido tan observada. Él me seguía por detrás.
- Puedes irte con ella, si quieres. Ya has hecho el trabajo de traerme asta aquí -  le dije amablemente señalando hacia donde estaba Brithany. Ya pasaba de hacerme la dura, no me iba a dejar guiar por él pero decidí que definitivamente iba a haber paz entre nosotros. Eso me facilitaría muchas cosas, como mi estado personal y laboral, ya que tenía que trabajar en su casa por lo menos que hubiera un estado neutro si hacía falta, si no no me iba a durar mucho el trabajo. Tampoco hacía falta que fuesemos amigos, pero un estado de paz mínimo por lo menos...
- Contigo estoy bien, Scarlett.
- Pero para algo es tu novia, ¿no? Bale, bueno, lo era. Pero nose, la forma en la que te mira... - le dije sonriendo, pero mirando a Brithany.
- Yo ya la tengo más que olvidada...
- Parece una chica encantadora - dije riendo exageradamente mientras le pedía dos cervezas a una chica de cara amable que estaba detrás de una barra en el salón de aquella inmensa mansión.
- Sí, hasta que te pone los cuernos con tu mejor amigo y además la muy idiota te lo niega en sujetador y bragas... sentada encima de él en los vestuarios del instituto. - me dijo susurrandome al oído para que nadie le oyera.
Me quedé sin palabras, realmente sorprendida. No sabía ni que decir, ni que cara poner. Esa historia me sonaba de algo.

7 comentarios:

  1. OMG que perra esta Brithany e.e Me encantan John y Sacarlett... aunque creo que ya te lo he dicho ¿no? jajaja espero que ahora que sabe lo que paso entre Bri y John Sacarlett le dé una oportunidad...
    Besos y sigue así. Me encanta! :D

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  2. Me encanta tu historia *-* es increíble, y engancha muchísimo. Me encanta Johnny y Scarlett, y Jack es muy majo también :)en serio, tu historia es genial!

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  3. alaaa que buen final quiero leer el siguiente haber que sucede..
    sigue asi tu historia esta genial
    besos
    ah y tienes un premio en mi blog pasate xD http://lucesenlatormenta.blogspot.com.es/

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  4. Muchisimas gracias chicas! :)
    Noemi, lo publicaré en una entrada del tuenti bale?
    Me alegro de que os guste chicas. Un beso!

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  6. Hola! Lo primero de todo, es que hay que decir que tu historia me encanta!! :)
    Lo siguiente que te quería decir es que he encontrado en la historia un vale con b y me preguntaba si se te había pasado o está ahí apropósito. Siento ser tan quisquillosa con las faltas ortográficas, pero no lo puedo evitar...
    Perdona por haber borrado el comentario anterior, pero al ver que también lo habías puesto en el anterior comentario me sentí un poco mal porque podría ser un vicio y me sabía mal decírtelo.

    Espero que actualices pronto y podamos seguir más de cerca tu historia ;)

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  7. Jajaja no te preocupes, el vale ese ya se que va con "v", lo único que a veces se me cuela... pero bueno, está todo bajo control. Me lo han dicho tantas veces que ya no se me vuelve a pasar ni sin quererlo ;) Muchas gracias y espero que os siga gustando

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