jueves, 10 de mayo de 2012

Capítulo X

- Esa historia me suena. - le contesté
- Acabo de descubrir porqué te encierras en tu mundo, ¿Verdad?
- Solo te he dicho que esa historia me suena... Se cierra el tema por hoy. Me voy a saludar a las chicas.
- Ey, Scar, espera. - me dijo agarrándome del brazo. Su tacto me incomodó por un instante, pero fue solo un segundo por que no estaba acostumbrada a que me tocara, después me di cuenta de lo cálidas que tenía las manos y de lo suaves que parecían contra mi piel. - Luego avisame un poco antes de irte y te acerco a casa.
- Ya veré. - Dije haciendome la interesante, mientras le sonreía con diversión, y me di la vuelta para buscar a mis amigas.
Me costó encontrarlas... ¡Menudo caserón! Estaban en un salón con un montón de gente más, jugando a algo muy raro que no había visto jamás. Había presenciado muchos juegos con botellas de alcohol, pero aquel... Había que ponerse haciendo el pino, y mientras una persona te agarraba de los tobillos, otra te daba de beber. Clare ya iba medio borracha en el momento en el que entré en la habitación. Se me acerco con una sonrisa en la cara y me dijo:
- Ey, pillina, ya he vissssto con quién has entrao, ¿eh? Bien guardaito te lo tiiias... - iba más borracha de lo que parecía a simple vista.
- Digamos que he venido con él más o menos obligada.
- Ya ya... Vamos a la habitación de al lado, es una pasada, por muy mal que me caiga esta chica, se lo ha montado de fábula. - me decía Holly, mientras me llevaba a un salón enorme con un chico haciendo de dj y luces de discoteca.
Mientras las chicas bailaban como locas entre más gente que se iba acumulando poco a poco al son del ritmo de la música de David Guetta, decidí tomarme algo un poquito más fuerte y me dirigí hacia donde estaba la barra donde la chica amable de antes me había dado las dos cervezas.
- Un martini por favor... Viendo como está la cosa habrá que emocionarse un poco.
- Haces bien, la gente ya va por el quinto gintonic... - me dijo sonriendo.
- Muchas gracias. - le contesté con una amable sonrisa y volví a la pista.
Nada más entrar me vino una avalancha rodeando a John, con una cámara de fotos para que les sacara una foto. Cogí la cámara y dejé en una mesita la copa mientras tanto. Les saqué y se fueron tan contentas.
- Chico, ni que fueras Brad Pitt...
- No, más guapo, ya lo se.  - me dijo una vez más con su deslumbrante sonrisa. - Ven, vamos a bailar. - él seguía con su sonrisa...
- Sí, andas listo si te crees que voy a bailar contigo.- Repuse con tono bromista, mientras fingía que me iba.
- Entonces le enseñaré a mi madre una cosa que se te cayó en mi coche... - Dijo a la vez que sacaba algo del bolsillo. Mierda... Mi paquete de tabaco, con mi nombre y un par de chorradas más escritas en los laterales. Tenía que dejar de garabatear en todos lados cada vez que me aburría - con lo que es mi padre, no le va a gustar nada...
- No serás capaz.
- No, probablemente no, pero se que tarde o temprano bailarás conmigo, pero por las ganas, no por el chantaje.
- Mira, John, bailaremos si te da la gana, pero no quiero ni que te ilusiones, ni que te pienses que podremos llegar ni siquiera a ser buenos amigos.
- Bale, pero ¿bailamos?
- Bailamos.
Se estaba terminando la canción y de repente empezó a sonar una lenta... No sabría decir cual era, pero una de esas románticas empalagosas, justo en el momento... Fulminé con la mirada al dj que se situaba al otro lado de la habitación, pero me di cuenta que éste se encontraba completamente a su bola.
John me agarró e la mano y me acercó a la pista.
- Luego te dejaré ir, pero una promesa es una promesa... - otra vez en su cara esa sonrisa encantadora.
Me abrazó y bailamos así , como una parejita enamorada, lo pienso y me dan escalofríos.
- Bueno, ya está. ¿Contento?
- Bah, a medias, tampoco has puesto mucho entusiasmo...
- Pues yo me largo a fumarme un cigarro.
- Tengo yo tu tabaco.
- Me la suda. - le dije, al darme cuenta de la expresión brusca. Le sonreí. - ya le pediré a alguien.
Cogí mi copa y me la bebí de trago. Me sabía raro, y miré a mi alrededor para ver si me había equivocado, pero no. En la mesa solo estaba mi copa.
Cuando conseguí un cigarro salí a fumarmelo y me encontré a Holly, la cual se estaba fumando un porro.
- Vaya, no me sabía yo esta faceta tuya. - Le dije riendo y pegándole una leve palmadita en la espalda.
- Ah, Scarlett. Qué susto me has dado. No, tranquila, no te acostumbres, lo hago en ocasiones contadas, y suelo fumarmelo con alguien pero hoy no he encontrado compañía, ¿te unes?
- No, gracias, no tengo ganas. Otra vez quizás...
- Bale, no pasa nada. - Le pegó dos tiros y se metió a la casa saludándome.
Vi un banco al lado de una barbacoa y decidí relajarme un poco y fumarme el único cigarro que había conseguido. Saqué el mechero y me lo encendí con mucha ansia, me apetecía muchísimo.
De repente, noté un ligero mareo, y vi a lo lejos una silueta, bastante conocida.
- Eh, morena, ¿estás bien? - era John. - ¿Scar?
La silueta masculina se me acercaba con otra femenina.
- Scar, ¿estááás bien? - esta apestaba bastante alcohol. - te estabamos buscando, tía...
- Scar, contéstame por favor... - sonaba suplicante. - Joder Clare, ¡está helada! Pero si no ha bebido casi nada, que raro... Igual alguien le ha metido algo en la bebida... ¡Joder! - Le gritó John a Clare. - Que llamen a una ambulancia, ¡joder!
De pronto lo vi todo negro, oía voces por todos los lados y por más que intentaba moverme o abrir los ojos, no conseguía siquiera articular una palabra, oía a John y también a Clare, y cada vez se unía mas gente... Y yo sin embargo, sentía como si me estuviera muriendo, no podía pasarme eso a mí...

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