miércoles, 21 de marzo de 2012

Capítulo IV


Cuando el timbre que anunciaba la última clase sonó, me levante excitada y metí mis cosas en la mochila a toda prisa mientras salía casi dando brincos de la clase. Corrí al aparcamiento como pude y tiré la mochila dentro del coche, antes de dirigirme, corriendo otra vez a las pruebas que tenían lugar en el gimnasio. Entré dando trompicones y me coloqué entre la multitud buscando a mi nueva amiga Brittany, de la cual ya me había dicho el nombre una chica rubia, algo regordeta y simpática que se sentaba conmigo en lengua. Cuando hicimos contacto visual puso una expresión de terror que pagaría por volver a ver. La chica que se sienta a mi lado en lengua, Clare, me había dicho que no sabía donde me había metido presentandome a las pruebas, y que Brittany me las haría pasar canutas si me seguía metiendo con ella. Me gustaría ver a esa idiota intentando hacermelo pasar mal. No, en este instituto la gente estaba muy equivocada si creían que yo les iba a tratar igual que los demás, de perrito faldero durante todo el día a los populares y como una mierda a los freacks. No pienso dejar que un par de niños mimados me toquen la moral, lo mejor será dejar las cosas bien claras desde el principio para que sepan donde está su sitio, y dónde está el mío. Desde luego el mío no está por debajo de ellos.
Mi vida no había sido nada fácil, había aprendido a ganarme las cosas por mi cuenta. Mi hermano mayor Adam, se fue de casa cuando la relación de mis padres  empezó a flaquear. Tres meses mas tarde de la separación, a mi madre le detectaron un tumor cerebral y mi hermano empezó a pasar algo de tiempo en nuestra casa. Hace dos meses ella murió y solo sigo en contacto con mi hermano por teléfono, sin verle desde hacía mas de tres meses, así que tuve que aprender a cuidar de mi y de mi madre, y ver gente que lo ha tenido todo desde siempre, gente que les siga para hacer todo lo que quieren y cuando quieren, y que piensan que están por encima de cualquier otro ser vivo simplemente hace que me enfurezca.
Y ahora aquí estaba, en una prueba de un equipo de animadoras, rodeada de gente desconocida y apunto de intentar lucirme en un breakdance. Si Adam me viese ahora mismo. Imaginarme su rostro de expectación y diversión me hizo soltar una risita floja y miré hacia el suelo para que nadie me viese, pero fue un poco tarde por que oí a alguien susurrar en mi oído:
-Con que también sonríes, ¿eh? - Cuando me di cuenta de que era John pegué un brinco y le miré con cara de furia.
-Nunca, en tu vida, vuelvas a hacer eso, idiota.- Cuando vio mi cara de enfado, en vez de asustarse sonrió de oreja a oreja y se acercó más, instintivamente eché un paso para atrás. ¿Este tío no tiene vergüenza o qué?
-¿Hacer el qué? Yo no soy el que se ríe solo... ¿Qué? ¿Pensando en mí?
-Ya quisieras ir...-No estaba segura de que me hubiese oído, por que una voz potente que salía de un micrófono me interrumpió, le miré con desdén de todas formas y me giré.

- Buenas tardes a todos, empezaremos la audición en diez minutos, - comenzó a hablar la entrenadora. Una mujer con expresión amable, alta, delgada y con una larga cola de caballo pelirroja. - el que quiera puede ir al vestuario a cambiarse de ropa, os recomiendo que hayáis venido con pantalones elásticos, ya sabéis que no se puede hacer deporte con vaqueros y tacones- Dirigió una mirada a las animadoras que dejaba claro a quién se refería con esa última frase.
Miré hacia abajo y me dí cuenta de que yo misma iba en vaqueros y sneaquers, pero así era como bailaba siempre, así que me encogí de hombros y seguí mirando hacia el frente.
Cuando pasaron los diez minutos, nos explicó en lo que iba a consistir la prueba:
- Bueno, para empezar, viendo que no sois muchos los que os habéis presentado este año, os llamare uno a uno, pondré parte de una canción y tendréis 45 segundos para demostrarme que merecéis entrar en el equipo, solo diré dentro o fuera, los que estéis dentro podéis ir a esa esquina para que os hable sobre los detalles, los demás podéis retiraros. Los que solo hayáis venido a curiosear sentaros en las gradas o marchaos.
-Adiós morena, te estaré observando. -Me volvió a susurrar John mientras se retiraba hacia las gradas. Ni si quiera tuve tiempo de insultarle. No entiendo porqué se comporta así... Este tío tiene que ser más agradable, no se puede ser tan chulo.
- Muy bien, empecemos. - dijo encendiendo el aparato de música cuando todos los que no se habían presentado se sentaron - Catheryn Black, de 1A. - Empezó a sonar "Right Round", de "Flo-rida". Bailó al estilo urbano, no tenía mucha técnica pero se defendía en la pista aunque se puso algo nerviosa en algún momento. A pesar que estaba ahí para reírme de Brittany, estaba un poco nerviosa porque tampoco quería quedar mal delante de medio instituto. Tenía intenciones de bailar bien, pero no quería tampoco que me cogieran... no entraba en mis planes de vida convivir más de la cuenta con la tropa de Barbies.
Cuando la tal Catheryn acabó siguió diciendo un par de nombres más, y después me tocó a mi.
- Scarlett Willson, 1A.
Se oyó alguna risita molesta procedente de alguna animadora, pero me dio igual, no estaban preparadas para lo que estaban a punto de ver. Me tocó la de "Pon the replay" de "Rihanna". Esta era la mía, esta canción la estuvimos preparando cuando iba a las clases de baile, así que hice un poco de memoria. Bailé la mayor parte de la canción moviéndome muchísimo pero con un ritmo callejero, aunque sin piruetas ni cosas de esas, (así más difícil que me admitieran pero más fácil para darle a esa niñata en los morros) y con una energía impresionante que nunca había experimentado. Esa canción siempre había conseguido sacar lo mejor de mi, pero nunca de la manera que lo había conseguido hasta ahora. Era por tenerle a mi querida rubia ahí delante mirándome atónita. No sabía ni donde meterse, acababa de demostrar que la que no sabía donde se había metido era ella. Mi último paso fue justo a cinco centímetros de su cara, se acabó la canción y me dirigí hacia las gradas a recoger mis pertenencias cuando de repente empecé a oír un montón de aplausos, cosa que me divirtió. Pero me di cuenta que entre todos los aplausos estaba de pié mi "amigo" Johnny, justo al lado de mis cosas, así que iba tener que cruzarme con él sí o sí. Cogí mi mochila y mientras me ponía la chaqueta me dijo:
- Bien hecho, morena.
- Deja de llamarme morena, para algo me pusieron Scarlett cuando nací y por cierto, no te encariñes mucho conmigo Ken, que tu novia Barbie se va a poner celosa... - le contesté con una mirada sarcástica y una falsa sonrisa plantada en la cara. Se quedó con la boca abierta y sin palabras, su cara era un auténtico poema, y a decir verdad, muy sincera.
Me iba cuando oí la voz de la entrenadora que se dirigía a mi.
- Scarlett, no te vayas, merece la pena que te quedes, lo haces muy bien.
- No, gracias entrenadora, pero creo que este no es mi sitio, solo venía a pasar el rato.




Joder, esta tía me sorprende. Tendré que ser el autentico yo si quiero acercarme realmente a ella, sino no creo que consiga llamarle la atención. Aunque después de verme con esta actitud chulesca, no creo que me crea que soy en realidad de otra forma, cuando cambie de actitud se va a pensar que soy un tío camaleón, que cambio para gustarle, es una chica inteligente...
Estoy harto, harto de Brittany, de los chicos, de mi madre, harto de que todos intenten controlarlo todo por mí, de que planeen mi vida, de que decidan lo que es bueno y malo para mí, como si yo solito no supiera lo que me conviene y lo que no. Sólo quiero que me dejen ser libre, que me dejen decidir lo que quiero hacer con mi vida, quiero dejar el equipo, dejarle las cosas claras a Brittany, y decirle a mi madre que mi futuro es mío y no suyo. Quiero acercarme a ella, a Scarlett, conocerla, conocer qué es lo que le aleja de todo el ser masculino del instituto. Desde que la vi llegando al instituto algo torpe y expulsando rebeldía por todos los poros de su cuerpo, sentí algo en mi interior que no me iba a permitir dejarla escapar.  Quiero cambiar un poco mi vida, solo pido eso, no se que hacer para conseguirlo, pero lo averiguaré.

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