lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo XVIII

Cuando llegué a casa estuve viendo un rato una serie en MTV que nunca había visto, hasta que tuvo que venir mi padre a despertarme porque había caído profundamente dormida. Me metí a la cama y me volví a dormir profundamente hasta la mañana siguiente.
Entré al instituto con muchas ganas de que llegara el mediodía para ver a mi hermano. Por un momento se me pasó por la cabeza invitar a John, pero enseguida lo descarté, iba a ser un caos tener a John y a Jack en la misma estancia, además comiendo y pasando la tarde, y nadie se sentiría del todo cómodo, ni siquiera yo, así que borré rápidamente esa idea de mi mente.
Cuando tocó la sirena Mary y yo nos metimos en mi coche y los demás en el de Jack y Mary y nos dirijimos con prisa a mi casa, para ayudar a mi padre y a mi madrastra a terminar la comida antes de que llegara mi hermano.
- Oye, Scar, ¿tu hermano está bien? - Me preguntó Mary cuando arrancamos guiñandome un ojo a la vez que me lo preguntaba.
- Oye, ¿tú no tienes novio, guapa? - dije riendo.
- Sí, pero por si acaso está mejor tu hermano, igual me lo pienso... - contestó de la misma forma.
- Pues que te voy a decir... Es mi hermano, pero aun así yo diría que sí, siempre ha tenido bastante éxito con las chicas y eso...
Llegamos a mi casa, salimos de los coches y entramos. Mi padre nos informaba a toda prisa que mi hermano estaba al caer. Estaba nervioso, hacía mucho que no lo veía y como la relación entre ellos se había enfriado mucho, quería que todo saliera bien. Mi madrastra estaba poniendo una gran pancarta en la que le daba la bienvenida, y nosotros mientras tanto poníamos la mesa y ayudabamos a mi padre a terminar de darles los últimos toques a la comida. Estabamos realmente hambrientos y deseando que llegara mi hermano. Todos tenían ganas de conocerle, pues su grupo no era muy famoso pero ellos habían oído hablar de él.
De pronto oímos cómo se paraba un coche delante de nuestra casa, ese debía ser él.
Tan pronto como oí el sonido del motor salté de mi sitio y salí corriendo, para encontrarme con él, que estaba bajando del coche. Me lancé a sus brazos y por un segundo sentí como todo el nerviosismo de los días previos desaparecía. Dylan tenía la habilidad de calmarme solo con su presencia. Cuando acabé de abrazarlo me pasó un brazo sobre los hombros y me guió hasta casa, donde mi padre estaba me esperando en la puerta, con semblante tenso por el nerviosismo, mi madrastra detrás con una sonrisa tranquila, y mis amigos asomándose intentando verlo.
Dylan me soltó y fue a abrazar a mi padre, el abrazo fue breve, pero ninguno de los dos parecía demasiado incómodo, a pesar de la relación tan fría que mantenían. Intercambiaron palabras de cortesía y Dylan se dirigió a mi madrastra, no la abrazó, pero le dio dos besos. A continuación se fijo en mis amigos, pareció sorprenderle un poco que estuvieran ahí, pero no dijo nada, los saludo uno a uno y me dispuse ha hacer las presentaciones.
- Chicos, este es Dylan, ya habeis oido hablar de él. Dyl, estos son Mary, Jack, Jacob, Holly, y Sergio.- Dije mientras señalaba a cada uno de ellos a la vez que pronunciaba sus nombres.
Cuando acabamos los saludos y los “que tal tal, que cual” “que has estado haciendo” “hace buen tiempo en Canadá?” “claro que no, es Canada, solo en verano” nos dirigimos al comedor para cenar, la mesa ya estaba puesta, y Dylan comentó la buena pinta que tenía. Parecía hambriento así que no nos demoramos más, y nos sentamos a cenar. La cena fue muy agradable, la conversación se mantuvo activa todo el tiempo, preguntábamos a Dylan sobre sus cosas, sobre todo las que tenían que ver con su grupo y la gira que acababan de terminar, y él respondía con respuestas largas y divertidas, se me había olvidado lo carismático que era mi hermano. Cuando acabamos, a mi madrastra se le ocurrió ir a tomar algo en el jardín, ya que hacía una noche cálida, había sitio para todos nosotros y sería un desperdicio quedarse dentro.
Salimos fuera, y mi padre sacó vino que tenía guardado para ocasiones especiales. Nos sentamos en una sábana que mi hermano y madrastra pusieron sobre el césped, y nos quedamos ahí, charlando, bebiendo, y pasandonoslo bien. Vi como a mis amigos les caía muy bien mi hermano, por la atención que ponían a cada anécdota que contaba. Jack estaba sentado a su lado, con esa mirada tan interesante, el ceño ligeramente fruncido y atento a cada palabra que pronunciabamos los demás. Era un buen chico, él sí. Por un momento me quede embobada mirándolo, y sentí como me ardía la cara, seguramente me había puesto como un tomate, pero nadie dijo nada, nadie se dio cuenta. Scar, no pienses en él de esa forma, es un buen chico, pero tu amigo. En cambio, John... ¡Tambien! Nada de relaciones amorosas...
Perdí la noción del tiempo, hasta que vi pasar a John en su precioso coche, lo distinguí por eso. Vi como se quedaba mirando, y no transmitía una de sus típicas hermosas sonrisas. De hecho, parecía bastante disgustado, y una punzada de culpabilidad me sacudió el pecho, aunque tenía una razón bastante lógica para no invitarlo. Ni siquiera se paró, su mirada se cruzó con la mía, aceleró y lo vi desaparecer calle abajo. Nadie más pareció darse cuenta de lo que pasó, pero Dylan notó algo en mi rostro y me llamó la atención.
- Todo bien, Scar?
- Sí, sí, solo estoy un poco cansada.
- Ya.. ha sido un largo día, yo también lo estoy. Puede que sea hora de irse a la cama.
Los demá coincidieron, recogimos, los chicos se dirigieron a sus coches y nosotros nos metimos en casa después de despedirnos. Cuando subí a mi cuarto y me encerré, la molestia de la culpabilidad en mi estómago aumentó. Quería llamarlo, o explicarselo, pero algo en mi interior me decía que yo no tenía por qué darle explicaciones, pero otra voz discrepaba diciendo que si fuera así, no me sentiría de esa manera. Cogí el móvil y me quedé mirando el fondo de pantalla, esperando alguna reacción que saliera de mí. Pero mi cabeza me pedía una cosa, y mi corazón otra. Volví a dejar el móvil en la mesilla. De pronto, empezó a sonar. No quería mirar, pero a la vez sí así que lo cogí y miré la pantalla. John. Ahí sí que ya no sabía qué hacer... Pulsé el botón verde y me puse el teléfono móvil en la oreja.
- ¿Sí?
- Scar.
- Hola.
Tenso. Frío. Como un témpano.
- Lo puedo explicar.
- Explicar el qué? - Respondió con voz monótona, como si el tener que soportar una conversación conmigo le pusiera de los nervios. Eso me irritó, pero sabía que tenía razones para estar enfadado así que intente disimularlo cuando le respondí.
- Podemos hablar mañana?
- Esta bien. - Dijo con resignación, pero lo conocía lo suficiente como para saber que en realidad quería hablar conmigo.
- Bien, te veo mañana después de clase entonces.
- Buenas noches.- Y colgó.

Me senté en la cama y tras un largo suspiro, decidí que me haría bien dormir. Y casi sin darme cuenta, caí en un profundo sueño.

4 comentarios:

  1. ay mi John que cuqi ....pobrecito, como no se lo compense Scar tu y yo vamos a tener un problema Erica jajaja ¬¬
    deseando leer el siguiente !!
    un beso :)

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    1. Jajajaja no me mates ;)
      En cuanto lo suba doy el aviso por tuenti y twitter, como siempre :)

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  2. Tengo una duda.. Jacob no era el novio de holly?
    Espero el siguiente, un beso.

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  3. ¡Hola! Me encanta tu blog, lo sigo desde hace tiempo, he decidido empezar una novela yo misma, pásate y si me dices tu opinión me harías un gran favor, ¡gracias! http://peroexisto.blogspot.com/

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