lunes, 9 de julio de 2012

Capítulo XVI

Me desperté por la mañana con el sonido del despertador retumbandome en la cabeza y con un dolor de cabeza impresionante. Bajé a desayunar y después de comerme un buen tazón de cereales que me había preparado mi madrastra, me tomé una pastilla para aliviar las jaquecas.
Volví a subir al piso de arriba y me pegué una ducha rápida para despejarme, me vestí, rápidamente, una blusa azul marina y unos pantalones negros y me fuí a lavarme los dientes de nuevo al baño. Estaba mirandome en el espejo de un grano que me había salido en la frente y pensando como taparlo, cuando de pronto oí una fuerte bocina de un coche delante de mi casa. John, no seas tú por favor, y como seas, ya estás rezando porque... Oí unos pasos subiendo al piso de arriba, era mi madrastra.
- Scar, hay una chica y un chico muy guapos esperandote abajo.
- ¿Quienes? - Serían Mary y Jack...
- No lo se, el chico es moreno, y la chica se parece un poco a él.
Sí, serían ellos.
Me eché un corrector que tenía por ahí, y me pinte la raya, cogí la mochila y bajé las escaleras de dos en dos, tampoco quería hacerles esperar. Aunque, ¿que hacían ellos ahí?
- Hola Scar. Hemos pasado a buscarte, nos ha sobrado tiempo, porque alguno ha empezado a meter prisa para salir de casa porque tenía el reloj adelantado... - Dijo Mary mirando desafiadamente a Jack, el cual se estaba arrascando la nuca con la mirada perdida. - Y resulta que hemos salido un cuarto de hora antes, así que para hacer tiempo... nos hemos pasado por aquí a buscarte. - Dijo esto último sonriendome.
- A vale, gracias, muy amables por vuestra parte, así voy acompañada. - Dije entre risas.
Nos metimos en el coche de Jack y nos dirigimos hacia el instituto. Cuando llegamos, salimos y me di cuenta de que todos nos miraban. Estaba alucinando, todos.
- Eh, chicas, ¿es mi paranoia o nos está mirando todo el mundo?
- Yo más bien diría que le miran a ella... - Dijo Mary señalandome.
- Vámonos lo más rápido posible por favor, me siento incomoda. - Dije llevandomelos al interior del edificio.
Recorrimos el pasillo hasta llegar al punto en el que teníamos que dividirnos, Jack hacia uno y Mary y yo hacia el otro.
- Oye, no se lo que pasa contigo, ¿eh? Pero mira, para empezar, a mi hermano parece que le tienes loquito, primero lo del reloj y salir antes de casa y pasar por la tuya, que por cierto ha sido idea suya... Creo que lo ha hecho queriendo. Y para continuar, eres el centro de atención del instituto. A lo mejor nos viene bien y todo que la gente esté tan pendiente de tí, ¡más público para nuestro concierto! - Añadió esto último con una fuerte carcajada.
- Anda que ya me vacilas tu, ¿eh?... Para empezar, tu hermano no está por mí, simplemente le habré caído bien o algo, y para continuar, la razón por la cual me miraban todos, yo creo que no es porque sea el centro de atención, aquí ha pasado algo... Lo que no se es el qué.
- Luego hablamos Scar, tengo que ir a hablar con la directora para pedirle permiso para poner los carteles del concierto por todo el instituto, luego estamos. Te espero cuando salgamos.
- Vale Mary, hasta luego.
Me dirigí ha mi clase, me tocaba Historia. Nada más entrar a clase, como tres postes, ahí estaban Barbie y sus cachorritos. Hice como si no las hubiera visto, pero no se me hizo fácil. Según iba sacando los libros que necesitaba de debajo de la mesa, notaba sus miradas clavadas en mi espalda. Hasta que no pude resistirme más y con furia me dí la vuelta y les dije:
- ¿Que pasa? ¿No tenéis otra cosa mejor que hacer que pasaros el día mirandome el culo?
- Te estás metiendo en un buen lío, ¿Eh novata? - Dijo una de las cachorritas.
- ¿Ah, sí? Pues informadme, porque parece ser que lo sabe todo el instituto menos yo. - Les contesté con seriedad y los brazos puestos en jarras.
- ¿Tú no sabes que John está prohibido? Es de Britt. - Me dijo la otra cachorrita.
- Como si es de... Además, ¿Se puede saber que estáis diciendo? Si yo a John apenas le conozco... - Contesté, me estaban sacando de mis casillas. Vale, algo de razón tenían, ¿pero quienes eran ellas para meterse en mi vida? - Vosotras por vuestro lado y yo por el mío, ¿Está claro? Dejadme en paz.
- Vale, te dejaremos en paz, pero cuidadín con lo que haces... - Me contestó Brittany alzandome el dedo índice a la altura de mi cara.
Y a continuación se dirigieron al pasillo con la cabeza bien alta.
Durante la clase estuvimos analizando los presidentes de los Estados Unidos y su trayectoria, algo que me entusiasmaba mucho... irónicamente hablando.
Cuando acabaron las clases, me dirigí a la puerta del instituto, donde veía a lo lejos a Mary en mi espera. Me llevó hacia el coche de Jack, donde nos estaba esperando, pero por el camino surgió un contratiempo.
- ¡Scar! - Oí de repente detrás mío cuando ya estabamos al llegar al coche. Me dí la vuelta y me encontré con John. No hay escapatoria, no pienso salir huyendo como una acojonada, y menos por un tío... Estaba harta de todos, ya no me fiaba de ninguno.
- Vete hacia el coche Mary, ahora voy, no tardo nada.
- Si te trae problemas pega un grito - Me contestó ésta guiñandome un ojo.
- Tranquila, ya sabes que se defenderme muy bien solita. - Le respondí yo de la misma manera.
Mary se alejó y John se acercó a mí.
- Lo siento Scar, no te enfades, por favor, creo que tengo que darte una explicación, aunque he visto que no va a ser fácil, no quiero que me evites...
- Vale, te dejo que me lo expliques, pero rapidito, que me esperan. - Le respondí secamente y con los brazos cruzados.
- No quise hacerte daño, el... el beso que te dí la otra noche fue con ganas, fue lo que sentí en el momento. En cambio, lo que viste al entrar a clase no tenía ningún sentimiento, y menos por mi parte... Se me tiró encima, no entiendo porqué, en los últimos meses no me ha hecho ningún caso, y de repente parece que le importo más que nunca...
- Y yo voy y me lo creo... Además, ¡que a mi me da igual lo que hagáis o lo que dejéis de hacer! Pues yo tampoco lo entiendo pero no es asunto mío, es tu vida y no la mía. Y no me interesa tampoco. Tú y yo no tenemos nada, ni lo vamos a tener, creo que te quedó bastante claro. Pero parece ser que tienes algunas ideas que no están bastante claras... Supuestamente ya la habías olvidado por lo que te hizo... ¿No? Ya va siendo hora de madurar...
Me dí media vuelta y con el orgullo a flor de piel me metí en el coche de Jack.
- ¿Pasa algo, Scar? - Me dijo éste.
- No, tranquilo, todo controlado.
- Ya sabes que somos tus amigos, ¿eh? Estamos para todo lo que necesites... Si te trae problemas él o alguna amiguita suya, no se si te sonará... una rubia... - Me dijo Mary. - No dudes en decirnoslo. No sería la primera vez que hay que darles una lección. Creo que somos los únicos que hemos tenido valor para plantarles cara... Los únicos menos tú.
- No pasa nada, de veras. Si pasara os lo diría... Si pasa algo os lo diré. - Les contesté.
Pasé la tarde ordenando apuntes y haciendo un par de trabajos de literatura y de historia. Hasta que me harté y decidí encender el ordenador y comprobar si mi hermano me había dado señales de vida. Ya solo faltaban dos días para que llegara, y estaba deseando verle, lo echaba demasiado de menos, era la única persona que conocía perfectamente mis defectos y mis virtudes, y lo más importante... mis debilidades. Entré y no vi nada, pero cuando llegó mi padre me informó que había hablado con él por teléfono y que llegaría hacia la hora de comer, que me iría a buscar a clase y me llevaría por ahí a comer.

Me tumbé un rato en la cama, inconscientemente quedandome dormida, hasta que llegó mi padre a despertarme para cenar. Después, ya despejada y sin poder volver a dormirme salí al jardín, donde hacía una temperatura cálida. Me senté en un pequeño banco de madera que teníamos situado al lado de la puerta y eché de menos mi iPod. Subí al piso de arriba, entré en mi habitación y abrí el primer cajón, cuando estaba hurgando en él, oí un pequeño sonido que retumbó en la ventana, un click, como el golpe de una piedra pequeña. Me asomé y me encontré a John, ahí abajo. Quieto, a la espera de algo que le dijera. Parecía que mis padres no se habían dado cuenta, pues se oían soplidos y ronquidos desde su habitación. ¿Pero que hace este tío aquí? Joder, ¿no hablo claro o qué pasa? Mientras resoplaba disimuladamente, le hice una señal de espera, cogí mi iPod y bajé de nuevo al jardín.
- ¿Se puede saber qué quieres ahora?
- Saber que me has perdonado.
- Te he dicho que tú y yo no tenemos nada que solucionar, ¿cuantas veces te lo tengo que decir para que te quede claro? - Le respondí, bordemente pero sin levantar la voz, como para que mis padres no se despertaran.
- Scar, por favor. ¿Podemos hablar?
- ¿De qué?
- Por favor, no lo hagas más difícil de lo que ya es para mí.
- Vale, está bien, pero no te alargues, que ya son las diez pasadas y mañana tenemos clase.
- Vale, vale.
- Ven, vamos a sentarnos, anda. - Le dije mientras iba hacia el banco de madera.
- Desde que te ví... - Dijo después de un par de minutos de tensión en los que ninguno de los dos nos dignabamos a hablar. - No lo se, sentí algo especial. No puedo hablar de amor, creo. Pero no puedo verte enfadada conmigo, no puedo verte por ahí y que no te dignes ni a mirarme a la cara, se que no eres como las demás chicas.
- ¿Pero como sabes tú que yo no soy así? Apenas me conoces, John.
- Pero lo se... O es lo que yo creo, por lo menos, pero por favor, déjame llevarme bien contigo... No te he hecho nada malo y creo que te puedo demostrar que no soy como piensas que soy.
- Ya es la segunda vez que... - No me dio tiempo, en ese momento se me lanzó. Sus labios se volvieron a juntar con los míos, pero esta vez no supe como separarme. Me dejé llevar por la situación. Si es que ya lo creo que a veces parezco imbécil. Al final, conseguí parar y decirle las cosas claras. - Vale, vale. No vuelvas a hacer esto, por favor, tu tampoco me lo pongas difícil a mí.
- Lo siento, es que... no he podido resistirme. - Tienes algo... que... No lo se, bueno entonces por lo menos dejame que seamos amigos, por ahora...
- Vale, pero tampoco te confíes. Amigos y solo amigos. Y nada de amigos íntimos...
- Vale, bueno ahora me voy, adiós, Scar. Mañana nos vemos en el instituto.
- Adiós John. - Me dio un beso en la mejilla y se alejó por donde había venido.

Subí a mi habitación, donde justo cuando entré sonó mi teléfono móvil. Un nuevo mensaje. James, James James, James... ¡No! Ésto sí que no, mi peor pesadilla...
Un mensaje de James, el cual decía así: “Hola Scar, ¿Qué tal va todo por California? Que sepas que te echamos mucho de menos por estas zonas... Yo por lo menos. Hemos estado pensando en ir a verte. Si quieres, claro, igual no me merezco tu respuesta, pero quería decirte que no aguanto más... te sigo queriendo...”

No, por favor, no... Me comenzaron a flojear las piernas, empecé a ver todo nublado y tuve que tumbarme en la cama lentamente, quitandome el sudor frío que había comenzado a mojar ligeramente mi frente... Era demasiada tensión acumulada. Nuevos amigos, Holly y las demás solían estar a ratos conmigo pero Mary y Jack eran estupendos, y de mi estilo. Además Jack era mi prototipo de chico, aunque nunca fuera a tener nada con él, como con ningún otro por ahora, pero con él menos, tenía que mantener esa buena relación, no quería cagarla. Luego estaba John, hijo de mi jefa, madre de la niña que cuidaba a ratos los fínes de semana y demás, y de pronto mi ex, la persona que más me había hecho sufrir, la persona que había arruinado mi existencia, diciendome que quería volver a verme, que me echaba de menos. Me estaba costando olvidarle, me estaba adaptando a mi nueva vida, y volvía la peor sombra de mi pasado. A veces deseaba echar a volar, a veces me preguntaba cómo podría aprender a volar...

2 comentarios:

  1. James!? NOOO fuera, ese no, sólo John xD

    ResponderEliminar
  2. Hola, veo que ya llevas bastante avanzada la historia, en cuanto pueda la leo. Te sigo ;) http://alexia-memoriasentinta.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar